La invención de este ladrillo proviene de un argentino, Mauro Querejeta, quien dedica su labor al sector de la construcción de viviendas.
Ideó un Ladrillo Tricapa que promete elevar la eficiencia energética sin aumentar los costos de consumo.
Nacido en la ciudad de San Martín de los Andes, Mauro creó unos ladrillos que pueden revolucionar la industria de la construcción. Hablamos de los ladrillos Qbrick, compuestos por una tricapa, que se utiliza para construir las paredes y muros de una manera sencilla y práctica, pero tiene la particularidad a diferencia de cualquier otro tipo de ladrillo, que brinda una gran capacidad de aislación térmica y acústica. Algo que los ladrillos de hormigón, arcilla o los que están hechos con componentes como arena combinada con cemento, cal y otros agregados extras, no pueden lograr.
“Esta tecnología permite transformar cualquier mampuesto conocido en uno con capacidades aislantes que superan incluso normas internacionales con niveles de eficiencia energética sin precedentes. Se trata de un ladrillo de tres capas compuesto por dos caras externas unidas a un núcleo aislante. Dada la gran posibilidad de combinaciones entre ladrillos y aislantes los niveles de valor k (valor K refiere a la conductividad térmica de los elementos, cuanto menor es el valor K de un elemento, mayor es su propiedad aislante) llegan a capacidades extraordinarias. Esto da como resultado un mampuesto con real ruptura de puente térmico, que, si bien se le incorpora mucha tecnología, no cambia en absoluto el tratamiento en obra ni la manera de construir muros tradicionales” Comentó Querejeta a Infobae.
Mauro tardó 7 años en poder desarrollar este material y patentarlo ante el organismo principal del registro de marcas del país.
“Se me ocurrió la idea de crearlo, pensé en ese derecho adquirido y en vez de tratar de cambiar radicalmente la forma de construir (como los actuales sistemas edilicios), traté en incorporar tecnología a uno de los elementos más antiguos y más utilizados por el hombre (actualmente se producen y se consumen más de 100 millones de ladrillos por mes en Argentina)”. Agregó.
La intención de Querejeta es que el sector de la industria pueda poner en mano de sus clientes un ladrillo como este. Su idea es que en el futuro la construcción sea sustentable. El ahorro de energía pasaría a superar más del 50% de lo que conocemos hoy en día en el futuro.
¿Cómo se hacen?
Hay dos formas de llevar a adelante la construcción de este material: Inyección de Poliuretano y al Adherir al núcleo de las piezas de Poliestireno Expandido.
“En estos años hemos contactado a una de las empresas líderes en automatismo a nivel mundial, con sede en Alemania, con la que desarrollamos una línea de producción para inyección de poliuretano totalmente automatizada capaz de producir más de 12 millones de unidades por año. Son producciones compactas pensadas para ser instaladas en los finales de las líneas de fabricación de ladrillos” Comentó Mauro.
Otra de las ventajas que podemos agregar de este producto es la capacidad de reducir costo en la incidencia de la obra.
Según los datos publicados por las distintas fábricas de ladrillos, se calcula aproximadamente un volumen de al menos 80 millones de ladrillos mensuales, lo que como resultado da un aproximado de 5,5 millones de metros cuadrados de muros por mes.
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